La Navidad en Ayamonte: luces, tradición y un ambiente que enamora

Cuando llega diciembre, Ayamonte se transforma en un pequeño escenario luminoso donde cada calle parece querer contar su propia historia navideña. El centro del pueblo se engalana con diseños de luces led que cuelgan de balcones, atraviesan avenidas y envuelven rincones que, bajo la luz tenue del invierno, cobran un encanto especial. Entre todos ellos destaca, un año más, la Plaza de la Ribera, convertida en el corazón brillante de estas fiestas. Este 2025 luce un imponente árbol metálico, decorado con enormes bolas iluminadas que, al caer la noche, forman la silueta perfecta de un gran abeto moderno. No muy lejos, la Plaza de la Laguna también despliega su propia magia, vestida de luces y colores que dan forma a uno de los paseos más agradables de la temporada.

Pero lo verdaderamente especial de la Navidad en Ayamonte no se encuentra únicamente en la decoración, sino en el ambiente que brota de sus calles. Los fines de semana previos a las fiestas, las terrazas y bares se convierten en puntos de encuentro y no es raro que algún grupo de amigos se arranque espontáneamente con villancicos. Los días 24 y 31 de diciembre por la tarde son, sin duda, el punto álgido del tradicional tardeo ayamontino.

A lo largo del mes, Ayamonte también se llena del sonido de las Zambombas, que resuenan en plazas y barriadas gracias a un completo programa festivo. Andalucía entera vibra con un arte innato que, por estas fechas, estalla en forma de villancicos, conciertos y encuentros improvisados. Los coros rocieros, con su estilo propio y su energía característica, son otro de esos alicientes que hacen casi imposible quedarse en casa.

El Ayuntamiento, junto a asociaciones vecinales, religiosas y culturales, impulsa un amplio calendario de actuaciones musicales que llenan de vida las diferentes barriadas del municipio. Y, como cada año, del 6 de diciembre al 5 de enero, tiene lugar la tradicional Ruta de los Belenes, uno de los planes más recomendables del periodo navideño. En el Boletín Turístico Mensual de diciembre 2025 aparecen detallados todos los belenes expuestos, junto con su ubicación y horarios de visita. Son auténticas obras de arte en miniatura que reflejan dedicación, tradición y cariño.

Aprovechando que Ayamonte forma parte de la Eurociudad del Guadiana, es más que tentador cruzar la frontera y disfrutar del ambiente navideño de los pueblos vecinos de Castro Marim y Vila Real de Santo António. Aunque las festividades portuguesas comparten numerosos elementos con las españolas, mantienen detalles propios que se hacen especialmente visibles en estas fechas. En Castro Marim, localidad conocida por su producción de sal marina, se expone en la Casa da Sal el sorprendente Belén de Sal, hecho con este mineral tan característico de la zona. Y en Vila Real de Santo António, el centro cultural António Aleixo alberga cada año un belén gigante que deja boquiabiertos a visitantes de todas las edades. Si se viaja hasta allí, es una parada obligatoria.

En lo culinario, nunca faltan los clásicos de estas fechas: roscón de reyes, mantecados, polvorones y, por supuesto, la tradicional copita de anís. Y sea Navidad o no, hay un placer que permanece inalterable: el sol de invierno en Isla Canela, que invita a largas caminatas durante la bajamar. Es imposible no sucumbir a la calma del mar, al olor a sal y al rumor de las olas. Un plan perfecto que combina naturaleza por la mañana y cultura, música y tradición por la tarde.

Así es la Navidad en Isla Canela y Ayamonte: luminosa, viva y profundamente acogedora.